Nació el 30 de octubre de 1873, en la Hacienda el Rosario de Parras, Coahuila. Hijo de Francisco Indalecio Madero Hernández y Mercedes González Treviño. De acaudalada familia, estudió agricultura en Maryland, Estados Unidos; Administración de Empresas en el Hautes Études Commerciales de Jouy-en-Josas cerca de París y en la Universidad de California en Berkeley.
En 1904 comenzó a incursionar en asuntos políticos, dentro del estado de Coahuila. Pronto se le nombró presidente del Partido Democrático Independiente, el cual se oponía a la reelección del gobernador Miguel Cárdenas.
En 1908 publicó el libro La Sucesión Presidencial de 1910, proponiendo restaurar la democracia a través de formar un gran partido político que contendiera en las elecciones presidenciales de 1910.
En 1909 fundó el Partido Nacional Antirreelaccionista para terminar con el presidente Porfirio Díaz, quien había ocupado el cargo desde 1876, partido con el cual se postuló como candidato a la presidencia de la República. Emprendió una intensa campaña política a lo largo de todo el país para difundir sus principios democráticos.
El 6 de junio, Porfirio Díaz ordenó la detención de Madero, por lo que fue encarcelado en San Luis Potosí. Desde allí recibió la noticia de haber ganado la mayoría de votos en las elecciones presidenciales pero Díaz se declaró nuevamente reelecto.
En octubre de ese mismo año Madero huyó y se refugió en San Antonio, Texas. Desde allí lanzó el Plan de San Luis que provocó la renuncia del Presidente Díaz en 1911 y una guerra civil que duró diez años y costó la vida a más de un millón de mexicanos.
Madero designó gobernadores provisionales y convocó a la insurrección nacional para remover del poder al dictador, iniciándose el 20 de noviembre de 1910.
En Chihuahua, Pascual Orozco y Francisco Villa se unieron a la causa de Madero, a pesar de no tener preparación militar eran excelentes estrategas y fueron seguidos por gente del norte, descontenta por los latifundios ganaderos. En Morelos se unió Emiliano Zapata seguido por campesinos quienes reclamaban sus derechos sobre la tierra y el agua. En la ciudad de México hubo motines contra Porfirio Díaz.
El ejército de Porfirio Díaz no pudo contener la fuerza del descontento general por lo que las fuerzas maderistas rápidamente obtuvieron el triunfo. Madero instaló su gobierno provisional justo al conseguir la primera victoria del levantamiento. Un ataque sorpresivo dirigido por Pascual Orozco, Francisco Villa, José de la Luz Blanco y José Garibaldi logró capturar la Plaza de Ciudad Juárez.
En mayo de 1911 se firmó la paz en Ciudad Juárez, entre el gobierno de Díaz y los seguidores de Francisco I. Madero. Porfirio Díaz renunció a la presidencia y se exilió en Francia, donde murió en 1915.
Francisco I. Madero triunfó en las elecciones para presidencia, asumiendo el Poder Ejecutivo el 6 de noviembre de 1911 con José María Pino Suárez en la vicepresidencia.
Emiliano Zapata y Pascual Orozco se rebelaron contra Madero porque su gobierno no estaba identificado con las clases marginadas. Madero le dio ordenes al general Victoriano Huerta de combatir estos levantamientos y derrotó a Orozco. Huerta conspiró con Félix Díaz, sobrino de Porfirio Díaz, y con Henry Lane Wilson, embajador de Estados Unidos en México para derrocar a Madero en un golpe de estado conocido como La Decena Trágica.
En febrero de 1913, durante la Decena Trágica, al fracasar el intento de los insurrectos por tomar Palacio Nacional, el Presidente Francisco I. Madero se dirigió a Cuernavaca para traer la Brigada comandada por el General Felipe Angeles. Previamente había nombrado Comandante Militar de la Plaza de México al General Victoriano Huerta, en sustitución del General Lauro Villar, quien había resultado herido en los combates con las tropas sublevadas, por el General Bernardo Reyes. Madero ignoraba que Huerta simpatizaba con los conspiradores, pues durante la mañana del 10 de febrero se entrevistó con el General Félix Díaz.
A raíz de esta entrevista, Huerta dictó órdenes que ocasionaron la muerte de gran cantidad de soldados leales al gobierno de Madero. Al perder la mayor parte de las tropas que le permanecían fieles, el Presidente fue aprehendido por los sublevados, encabezados por el General Aureliano Blanquet. Desde su aprehensión, Madero y el Vicepresidente, José María Pino Suárez, permanecieron en Palacio Nacional, pues se les hizo creer que tras renunciar a sus cargos, se les permitiría salir hacia Veracruz y desde allí embarcarse hacia Cuba.
Mientras tanto, el embajador norteamericano Henry Lane Wilson se encargo de comunicarle al General Félix Díaz sobre las aprehensiones del Presidente y Vicepresidente; del mismo modo ofreció a Huerta y Díaz el edificio de la embajada norteamericana para que llegaran a los acuerdos finales del llamado "Pacto de la Embajada", en el que desconocieron el gobierno de Madero, conviniendo en que Huerta asumiría la Presidencia Provisional antes de 72 horas, con un gabinete integrado por los partidarios de los Generales Bernardo Reyes y Félix Díaz; se convino también que este último no ocuparía ningún cargo para poder contender en las siguientes elecciones, que notificarían a los gobiernos extranjeros el cese del Ejecutivo anterior y que las hostilidades habían llegado a su fin. Poco después de celebrado este pacto, fue asesinado Gustavo A. Madero, hermano del Presidente.
Finalmente, Blanquet dio órdenes para que la noche del 22 al 23 de febrero de 1913, Francisco Cárdenas y Rafael Pimienta trasladaran a Madero y a Pino Suárez a la Penitenciaría de Lecumberri, pero durante el trayecto fueron obligados a bajar de los vehículos en que eran conducidos, siendo asesinados detrás de la Penitenciaría.
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